lunes, 19 de marzo de 2012

Torrijas

Domingo. Mi hijo pequeño me levanta a las 7:30. El día va a ser largo, así que vamos a desayunar bien. Me pongo a hacer torrijas. ¿Qué queréis que os diga? Me encantan mis torrijas: no son empalagosas, porque no les pongo miel, ni vino, sólo azúcar y canela. Y son más pequeñitas: es más fácil que queden bien al freirlas.



Ingredientes

Rodajas de pan (baguette)
Leche
Azúcar
Canela
Huevo batido




Cortar unas rodajas de pan un centímetro de grosor. Yo uso una baguette, porque si usáis un pan más grande se rompen con facilidad al freirlas.

En un recipiente poner la leche con un poco de azúcar. Colocar dentro las rodajas para pan, para que empapen bien.

Recuerdo que mi madre solía escurrirlas un poco antes de freirlas, son más fáciles de manejar, pero quedan más secas. Yo no. Las dejo bien empapadas, las mojo en huevo batido por ambos lados, y las frío en aceite muy caliente. El resultado es que por dentro quedan como una crema espesa de leche, no como pan frito.

Sacarlas, escurrirlas y 'rebozarlas' en azúcar y canela. Y a comerlas todavía tibias, es como a mí me gustan.

Os aconsejo que las friáis en una sartén grande. Tras la primera sartenada el aceite se va oscureciendo y no quedan tan bonitas. Si tenéis que hacer pocas, como en mi caso, con una sartén grande las hago todas a la vez. Pero si teneís que hacer muchas, creo que sería mejor que cambiéis el aceite de freir.

Os aseguro que no se parece en nada a esas torrijas que venden ya hechas, enormes y pringosas.

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